miércoles, 24 de noviembre de 2010

Máquina invaders

Dona un Libro resultó ser más sencilla de lo que esperaba. Esta campaña invita tanto a editoriales como personas a donar libros en buen estado para bibliotecas insertas en escuelas de bajos recursos económicos. Funciona de la siguiente manera: cada sede de Biblioteca Viva apadrina a una escuela de la zona o comuna en que se emplaza y funciona como punto de recepción de las donaciones. Todos los libros recibidos en la sede son entregados a la escuela beneficiada. Sin embargo, este año quisimos darle un aditivo especial. Motivados por una parte por el aniversario de los 10 años de Fundación La Fuente (gestora de Biblioteca Viva) y por ayudar a las víctimas del F27, agregamos el “1+1”, donde por cada libro donado la fundación donaría otro, yendo estos últimos a dos escuelas fuertemente dañadas por el terremoto en el sur de Chile.

Lo anterior sonaba bien y se entendía en el papel, pero al pensar llevarlo a gráfica se complicaba bastante. En una imagen ¿cómo explicar 10 sedes, 10 colegios apadrinados, 10 años fundación, terremoto y 2 colegios más?

Pasaron algunos días y no tenía idea alguna, sólo que era mucha info y que quería que la imagen tuviera una estética de video juego ochentero: harto color sobre negro, estilo Space Invaders.

Un día, nos encontrábamos con la Vero en un café en La Serena, esperando nuestro vuelo de regreso a Santiago. Empezamos a hablar de la campaña y el poco tiempo que nos quedaba. Se generó un brainstorming y entonces me vino una idea: hacer una especie de ruta entre la persona que donaba un libro y el niño que lo recibía, de esa forma graficar las diferentes etapas del proceso. Pero la Vero rápidamente mejoró la idea: hacer una especie de máquina procesadora de libros donados -sacó su libreta y garabateó- “los libros entran por acá, pasan por acá y llegan a los niños”. Inmediatamente comenzamos a ver referentes y la idea me encantó.


La gráfica fue aplicada en Web, afiches y stickers que se les entregaban a los donantes.


La campaña resultó un éxito, ya que logramos reunir más de 2.500 libros y alcanzar un total de 5.000 gracias al 1+1 de la Fundación. 


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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Te arderán de tanto leer

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A pocos días de comenzar mis vacaciones, debía dejar creada la Campaña Escolar, que se realizaría en abril y mayo, y el teaser de la misma, que saldría durante marzo.

Hasta ese entonces, esta campaña se me presentaba como la más compleja que había tenido que idear. Esto por distintas razones: primero, por tratarse de una de las tres ‘campañas principales’ del año (junto a “Cuéntate Algo” y “Dona un Libro”), cuyos objetivos son aumentar cifras de visitas, ingresos y préstamos. Segundo, por tratarse principalmente de una campaña de descuento en el valor de inscripción anual, lo que implica tener que publicitar precios, algo que personalmente no me gusta mostrar en los avisos. Y, tercero, porque tenía la presión -autoimpuesta- de que esta campaña tenía que ser más 'creativa' que la de Cuéntate Algo 2009. Comencé el brainstorming con total sequía de ideas, aunque tenía claro por lo menos que quería algo más visual que plagado de textos explicativos. 

La Campaña Escolar ofrece una alternativa a los padres para que en vez de comprar textos de lectura complementaria exigidos en el colegio, inscriban a sus hijos en la biblioteca a un precio muy conveniente y puedan acceder a esos textos.

Me pasé varios días viendo imágenes, pensando y viendo comerciales en los que vendían productos o servicios sin ser tan explícitos en el mensaje. Descubrí que quería hablar sobre el efecto que provocaría la campaña, más que las características en sí. En ese momento lo llamé 'publicidad indirecta', ya que no manejaba el término técnico. Entonces, comencé a reflexionar sobre cuál sería el efecto de que por un ¼ del precio de un libro en una librería, podrían acceder a decenas de ellos en la biblioteca. Y pensé entonces en qué pasaría al leer tantos libros.

Tras unos días dándole vueltas a esa premisa, di con una idea que me cautivó: “Te arderán los ojos de tanto leer”.


Con la premisa clara pensé de qué forma podía graficarlo. Obviamente lo primero que se me ocurrió fue mostrar unos ojos irritados a causa del exceso de lectura, pero quedaba muy redundante con la frase. Luego pensé en que la gráfica debía "otorgar" la solución al problema causado, como decir "OK, ya que a causa de nuestros bajos precios te arderán los ojos de tanto leer, te damos la cura", y así llegué a las gotitas para los ojos.

Cuando le comenté la idea a la Vero (la diseñadora, para quienes leen el blog por primera vez), me quedó mirando con cara de "Dijiste gotitas?". La Vero comenzó a trabajar en la gráfica. Vimos hartas referencias de envases de gotitas, distintas tapas, volúmenes, colores, etc. Después de algunas pruebas, decidimos colocar junto al envase, la caja con el logo de la marca y a la Vero se le ocurrió agregarle el ícono de la gotita, genial! 

Por mi parte, tras darle algunas vueltas a la frase, decidí en eliminar la palabra "ojos" ya que se entendía igual en el contexto y quedaba más limpia y corta.

Las aplicaciones para esta campaña fueron papelería y on-line. Toda la información sobre precios y beneficios se entregaba por la Web o en los puntos de atención.

Y este fue el teaser que se publicó durante marzo:


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